domingo, 2 de septiembre de 2012
**SABER SOLTAR**
Sentimos pesar cuando nos agarramos a las situaciones o nos involucramos excesivamente en las mismas. Nos olvidamos de que estas situaciones son externas a nosotros. Todo lo que se necesita es saber soltar y desprendernos de ellas.
Nadie dijo que fuera fácil!!!!
Pero os propongo que lo intentéis… una primera vez siempre es un reto,
A partir de ahí os aseguro que todo será más fluido
Una vez conseguimos esto, recuperamos la felicidad y la paz y podemos volver a sonreír.
Cuán a menudo hemos vuelto la vista atrás en relación a algún problema previo y nos hemos sorprendido de cómo nos dejamos afectar tanto innecesariamente.
El arte de vivir desde el interior hacia el exterior es tal que no sólo nos capacita a desprendernos de aquello que está fuera, sino que nos desarrolla tal fortaleza que nos protege e impide que nos atrapemos en nada.
Cuando sabemos soltar todas las cosas externas a nosotros y nos liberamos, empezamos a sentir un estado de estabilidad lleno de tal felicidad que no importa lo que suceda, no lo podemos perder. La felicidad contiene los poderes de la paz y del amor. Cuando hay paz y felicidad sentimos que tenemos auto-respeto y que somos fuertes, que no somos una persona fácilmente alterable y de estado de ánimo cambiante.
Necesitamos poner atención a la calidad de pensamientos que permitimos en la mente. Esto es sensatez. Después de todo, es nuestra mente. Los pensamientos deberían ser puros, elevados y determinados. Entonces, simplemente observemos los resultados: experimentaremos paz de la mente.
Preguntemos a nuestro corazón: ¿Tengo pensamientos puros y sentimientos positivos hacia todos incluyéndome a mí mismo/a? ¿Presto atención a esto, convirtiéndolo en mi prioridad a medida que me muevo por la vida? Tales sentimientos crean una energía que automáticamente fluye hacia el exterior, protegiéndonos de las influencias negativas.
martes, 7 de agosto de 2012
*** PRESTAR ATENCION A LAS INTENCIONES ***
Un cambio personal positivo se inicia en nuestra conciencia. Responsabilizarse personalmente de los pensamientos, palabras y acciones es tomar el control del volante y poner el proceso de cambios en movimiento. De esta manera conduciremos nuestros pensamientos hacia la dirección precisa y valiosa; frenaremos las palabras hirientes antes de emitirlas; sabremos cuándo “hacernos a un lado” para evitar “chocar” con otro; y mantendremos el motor en funcionamiento de forma consistente para que la batería se mantenga cargada mediante acciones puras, realizadas sin esperar nada a cambio. Cuando prestamos atención a las motivaciones y a las intenciones, el motor funciona sin problemas y recorremos un mayor kilometraje en términos de progreso y resultados.
Es necesario hacer un examen rutinario. Las diferencias entre las intenciones positivas y las negativas son sutiles y a veces difíciles de detectar. La costumbre de ver y hablar sobre los defectos de los demás, por ejemplo, a veces es consciente y a veces no lo es.
De hecho, el hábito puede estar tan arraigado que ni siquiera advirtamos que estamos teniendo pensamientos inútiles sobre las debilidades de los demás. A menudo, tales pensamientos son las semillas de los chismes. Estos tienen un efecto directo o indirecto no sólo en la persona de la cual se habla, sino también en los chismosos. Aunque esta conducta se pueda defender como inocente, las huellas dejadas por las intenciones negativas se vuelven más profundas y deterioran el ambiente.
Otras formas de intenciones negativas incluyen el demostrar que uno tiene razón reprimiendo a los demás; manipularlos, aunque sea sutilmente; esperar el respeto de los demás sin respetar o depender de otros debido a la propia imperfección o inseguridad interna.
Aun cuando algunas de estas motivaciones pueden ser claramente evidentes para uno y para los demás, otras intenciones pueden estar ocultas incluso para uno mismo y requieren de un examen profundo para detectarlas, entenderlas y cambiarlas.
Las intenciones positivas, por otro lado, se pueden reconocer cuando, de forma natural y espontánea, respetamos y beneficiamos a los demás; apreciamos la originalidad y las cualidades de todos y les damos la libertad de ser ellos mismos. Incluso cuando debamos decir palabras que puedan percibirse como una medicina amarga, como opinar sobre una conducta inapropiada o sobre algo que pueda afectar la vida de alguien, las palabras se pronuncian directa y honestamente, con humildad y con consideración hacia la sensibilidad del otro.
Cuando se trata con dignidad y respeto al receptor de la opinión, se le escucha con empatía y se le implica en las decisiones sobre los cambios, el diálogo se puede experimentar como algo positivo, que abre las puertas a la oportunidad y da a esa persona la experiencia del logro. Las intenciones positivas fortalecen al instrumento o al emisor de esta información para que permanezca “limpio” y “directo”, incluso cuando da un mensaje delicado.
Un cambio personal positivo se inicia en nuestra conciencia. Responsabilizarse personalmente de los pensamientos, palabras y acciones es tomar el control del volante y poner el proceso de cambios en movimiento. De esta manera conduciremos nuestros pensamientos hacia la dirección precisa y valiosa; frenaremos las palabras hirientes antes de emitirlas; sabremos cuándo “hacernos a un lado” para evitar “chocar” con otro; y mantendremos el motor en funcionamiento de forma consistente para que la batería se mantenga cargada mediante acciones puras, realizadas sin esperar nada a cambio. Cuando prestamos atención a las motivaciones y a las intenciones, el motor funciona sin problemas y recorremos un mayor kilometraje en términos de progreso y resultados.
Es necesario hacer un examen rutinario. Las diferencias entre las intenciones positivas y las negativas son sutiles y a veces difíciles de detectar. La costumbre de ver y hablar sobre los defectos de los demás, por ejemplo, a veces es consciente y a veces no lo es.
De hecho, el hábito puede estar tan arraigado que ni siquiera advirtamos que estamos teniendo pensamientos inútiles sobre las debilidades de los demás. A menudo, tales pensamientos son las semillas de los chismes. Estos tienen un efecto directo o indirecto no sólo en la persona de la cual se habla, sino también en los chismosos. Aunque esta conducta se pueda defender como inocente, las huellas dejadas por las intenciones negativas se vuelven más profundas y deterioran el ambiente.
Otras formas de intenciones negativas incluyen el demostrar que uno tiene razón reprimiendo a los demás; manipularlos, aunque sea sutilmente; esperar el respeto de los demás sin respetar o depender de otros debido a la propia imperfección o inseguridad interna.
Aun cuando algunas de estas motivaciones pueden ser claramente evidentes para uno y para los demás, otras intenciones pueden estar ocultas incluso para uno mismo y requieren de un examen profundo para detectarlas, entenderlas y cambiarlas.
Las intenciones positivas, por otro lado, se pueden reconocer cuando, de forma natural y espontánea, respetamos y beneficiamos a los demás; apreciamos la originalidad y las cualidades de todos y les damos la libertad de ser ellos mismos. Incluso cuando debamos decir palabras que puedan percibirse como una medicina amarga, como opinar sobre una conducta inapropiada o sobre algo que pueda afectar la vida de alguien, las palabras se pronuncian directa y honestamente, con humildad y con consideración hacia la sensibilidad del otro.
Cuando se trata con dignidad y respeto al receptor de la opinión, se le escucha con empatía y se le implica en las decisiones sobre los cambios, el diálogo se puede experimentar como algo positivo, que abre las puertas a la oportunidad y da a esa persona la experiencia del logro. Las intenciones positivas fortalecen al instrumento o al emisor de esta información para que permanezca “limpio” y “directo”, incluso cuando da un mensaje delicado.
domingo, 20 de mayo de 2012
ACTITUD
Una mujer muy sabia se despertó una mañana,
se miró al espejo,
y notó que tenía solamente tres cabellos en su cabeza.
'Hmmm' pensó, 'Creo que hoy me voy a hacer una trenza'.
Así lo hizo y pasó un día maravilloso.
El siguiente día se despertó,
se miró al espejo
Y vio que tenía solamente dos cabellos en su cabeza.
'Hmmm' dijo,
'Creo que hoy me peinaré de raya en medio'
Así lo hizo y pasó un día grandioso.
El siguiente día, cuando despertó,
se miró al espejo y notó
que solamente le quedaba un cabello en su cabeza.
'Bueno' se dijo, 'ahora me haré una cola de caballo.'
Así lo hizo, y tuvo un día muy, muy divertido.
A la mañana siguiente, cuando despertó,
corrió al espejo y enseguida notó
que no le quedaba un solo cabello en la cabeza.
'¡Qué Bien!', exclamó.
'¡Hoy no me tendré que peinar!'
Tu actitud es todo en la vida.
Alégrate cada mañana.
Ríete de ti mismo. Acéptate.
Sé bondadoso y amable con los demás.
Sonríeles, porque cada persona que te encuentres tiene sus problemas
y tu sonrisa lo ayudará.
La vida no es esperar a que la tormenta pase,
ni es abrir el paraguas para que todo resbale...
La Vida es aprender a bailar bajo la lluvia.
¡Que cada día de tu vida lo disfrutes al máximo!
¡Un fuerte abrazo ..!
martes, 10 de abril de 2012
*** DESARROLLO PERSONAL ***
Hoy os presento un pequeño inicio de cómo desarrollar las dos únicas aéreas del crecimiento o desarrollo personal.
Equilibrando el área espiritual junto con la mental descubriréis la armonía perfecta para que cada uno de nosotros evolucione, según sus inquietudes…
El desarrollo personal involucra la superación de la persona en todas las áreas importantes de la vida: salud física, desarrollo mental, desarrollo espiritual, carrera, riqueza y relaciones interpersonales.
La superación personal busca alcanzar los objetivos supremos del ser humano como son:
Tener un propósito de vida, vivir feliz, vivir conscientemente, alcanzar la plenitud y desarrollar el máximo potencial, lograr el equilibrio entre todas las áreas importantes de la vida, mantener relaciones sanas, vivir en abundancia, aprender a lograr objetivos y a solucionar problemas, entre otros. Esto se logra con base en los principios, hábitos y valores correctos como la disciplina, integridad, persistencia, respeto, amor y servicio.
*Desarrollo Espiritual*
• Estabilidad emocional. La paz y el equilibrio necesarios para ocuparnos de nuestra vida.
• Motivación. Energía positiva para actuar.
• Religión. El conjunto de creencias de vida y el desarrollo de la fe.
• Servicio. Ayudar a otros a desarrollarse y compartir parte de nuestras experiencias.
• Deseos y aspiraciones. La Necesidad de lograr obtener cosas nuevas.
*Desarrollo de la Mente*
• Pensamientos. Ocupar nuestra mente con pensamientos positivos que nos ayuden a crecer.
• Conciencia. Conocimiento sobre uno mismo y nuestra vida.
• Sabiduría. Emplear el conocimiento de forma inteligente y con fines nobles
• Educación/aprendizaje. Transmisión y recepción de conocimientos, valores, costumbres, actitudes y formas de pensamiento adecuados para una visa sana.
• Conocimientos. Obtener información, hechos, experiencias, verdades y datos que nos ayudan a desarrollarnos.
• Autoestima. Sentimiento valorativo interno que impulsa a la persona a desarrollarse, a poner en práctica sus capacidades de manera que se vaya orientando
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